Este miércoles 6 de abril, se realizó en el municipio de la Ceja, en la Basílica Nuestra Señora del Carmen, el encuentro de pastoral penitenciaria; como
es costumbre los primeros miércoles del mes en este grupo de voluntarios liderados por Pilar López y acompañados por la Pastoral Social Diocesana.

Durante el desarrollo del encuentro, se tomó un texto de la palabra de Dios, Juan 21, 1-11. Luego, unos aportes de algunos asistentes, y culminó este espacio con la lectura de un texto del Papa Francisco, titulado “Ser feliz”.

Se dialogó sobre algunos asuntos pendientes en el cronograma del 2016, como la posibilidad de encuentros con las familias de los internos, trabajo con el INPEC, y con instituciones que trabajan por el bienestar de las personas privadas de la libertad. Se finalizó este encuentro dando a conocer el proyecto de alfabetización que este grupo adelanta con COREDI, en el Centro Penitenciario de la Ceja.

Con dedicación y espíritu de fe y misericordia, el equipo de profesionales de la Pastoral Social, desde la delegación de promociona humana, está realizando en estos días, acompañamiento y formación a los grupos de la asociación de viudas.

En esta oportunidad, se realizó un encuentro con el grupo de viudas de la Parroquia San José, del Carmen de Viboral. Se tomó para la lectio divina, el texto San Juan (20,19-31), sobre la fe del Tomás. Se rescataron los elementos del Espíritu Santo, la fe del Apóstol Tomás, la paz que da Jesús, entre otros.

Después de reflexionar sobre la palabra de Dios, se relacionó el trabajo que se viene realizando con los grupos de viudas de la Diócesis y el trabajo que se hace con la pastoral de la mujer. También, se dio a conocer el trabajo con el comité de viudas de la Diócesis,  las reuniones mensuales, punto de realización y el cronograma que se tiene para desarrollar durante el 2016 y se invitó a las personas con movilidad reducida para que participaran del comité. Estas personas quedaron motivadas y comprometidas para representar el grupo.

Como segunda parte del encuentro, se trabajó el tema de la misericordia, por pequeños grupos y se entregó un numeral de la Bula Misericordia Vultus del Papa Francisco.

Por último, se invitó a los sacerdotes, religiosas, líderes comunitarios y agentes de pastoral social, que deseen implementar o fortalecer este apostolado en sus parroquias, para que se acerquen a la Pastoral Social y con el equipo de profesionales se pueda acompañar y formar a estos grupos y personas.

El sábado 2 de abril, la pastoral social hizo presencia en el municipio de Argelia, acompañando a las Juntas de Acción Comunal de todo el municipio. Junto al Obispo Diocesano, Monseñor Fidel León Cadavid,  escuchamos las diferentes inquietudes y nos comprometimos a no dejarlos solos y asesorarlos en varias de las problemáticas que se presentan. También se hizo intervención en el Concejo municipal y el hospital de dicho municipio.

 

 

 

Doce miembros de nuestra Diócesis (Un sacerdote, tres religiosas y ocho laicos) acompañaron durante esta Semana Santa a la Diócesis de Quibdó, en una experiencia misional por algunas comunidades del Chocó, donde la presencia permanente de sacerdotes y misioneros es escasa.

Los misioneros estuvieron en las comunidades de Jitradó, Calahorra, Winandó, el Jaguo, Villanueva y Campo Bonito, algunas de las 14 comunidades que forman parte del río Munguidó. El Sacerdote de la Diócesis Sonsón Rionegro, el padre Edwin Guillermo Giraldo, estuvo pasando por cada una de las comunidades a acompañar los procesos y las celebraciones de la Semana Santa.

Cada uno de los días de la Semana Mayor, se trabajó con niños, niñas, jóvenes y adultos; enfocándose en las obras de misericordia, en el ver, juzgar y actuar, en habilidades para la vida y se realizaron las respectivas celebraciones de los días jueves santo, viernes santo y sábado santo.

Toda la semana se estuvo visitando los hogares, conociendo más de estas personas, de su situación, llevándoles a ellos un mensaje de perdón, de misericordia, y de reconciliación. Bendiciendo los hogares, los cultivos, pidiendo a Dios el regalo de la lluvia, que para ellos es tan importante porque dependen mucho del río.

La acogida por parte de la comunidad fue muy buena, en todo momento estuvieron dispuestos a participar de las actividades preparadas por los misioneros. El enriquecimiento de los misioneros fue poder profundizar acerca del tema cultural, sus estilos de vida, comprender que las comunidades están rodeadas de una riqueza natural y espiritual.

Es una experiencia que trasforma vidas, cuando se está en este medio, no hay teoría ni teológica, ni sociológica que valga. Es una experiencia personal del amor de Dios, que permite entender las situaciones que viven otros seres humanos que por alguna razón, nacen, crecen y viven en estos espacios de tanta necesidad vista desde afuera.