Boletín Septiembre

La Paz, no es una meta, es un camino

Para conseguir la paz, nos exige muchas actitudes personales y comunitarias; debemos estar dispuestos aprender, desaprender, cambiar, descubrir, lazándonos a una aventura permanente de construir la vida y la convivencia.

La paz, no es una  firma o un pacto, es mucho más; es la forma como viajamos en la historia, donde se logran metas, sueños, se tienen dificultades, y donde se debe aprender a vivir y convivir.

Este viaje de la paz, es con esperanza cristiana que nos exige:

  • Ser cristianos. Hacer lo que el Evangelio nos propone, en especial, tener una experiencia profunda de Cristo que hace nuevas todas las cosas, que hace que pasen cosas maravillosas en cada persona, por eso hay que conocer el Evangelio y ponerlo en práctica, aunque a veces nos cuesta mucho escuchar a Jesús. En ocasiones nos puede pasar la misma situación que narra el evangelio de Juan 6, 67; muchos discípulos de Jesús, echaron marcha atrás,  la pregunta que inmediatamente Jesús le hizo a los apóstoles: ¿también ustedes quieren marcharse? ¿Nosotros qué vamos a hacer? La respuesta del apóstol Pedro sea también la de nosotros: Señor ¿a quién vamos a ir?  tú tienes palabras de vida eterna y nosotros creemos.
  • El viaje de la paz exige de nosotros un buen examen de conciencia y cuando nos miramos a nosotros mismos, nos damos cuenta de la capacidad de hacer muchas cosas por nosotros y por los demás, de las posibilidades que tenemos, de las falencias y defectos. Todos los cristianos, sacerdotes, religiosos, laicos con valentía, reconocemos lo bueno que hacemos, pero también lo malo; aquí los que debemos empezar con el examen, somos los sacerdotes, no nos podemos excluir. En ocasiones hemos hecho el mal, hemos maltratado, escandalizado, difamado, hasta peleas por poder hemos tenido, hemos descuidado a los hermanos, empezando por nuestros compañeros sacerdotes; hay que pedir perdón, los títulos o puestos no nos salvan. Me llamó la atención  palabras del Papa Benedicto, cuando anunció su renuncia al papado: “He examinado mi conciencia ante Dios…” Con estas palabras los invito a reflexionar ¿a quiénes necesitamos perdonar? porque nos han hecho el mal y hemos perdido la paz en la vida y ¿a quiénes debemos  pedir perdón?
  • El viajar por caminos de paz nos exige claridades: ¿quiénes somos? ¿qué queremos?, ¿para dónde vamos?, ¿dónde estamos? y ¿con quién estamos? Jesús nos ha dicho: ustedes son sal de la tierra, la sal se diluye y da sabor; pero otra cosa es que nos diluimos y perdemos identidad por darle gusto a algunos, por reverencias o por dinero. Para esto hay que tener valentía. Somos cristianos o no… que valentía que tienen muchos cristianos que por serlo, los sacrifican. Oremos por los hermanos cristianos en Siria, son sacrificados y no son noticia.
  • Para el viaje de la paz, nos exige llevar un buen equipaje; la paz que Cristo nos da: amor, misericordia, perdón, reconciliación, bondad, caridad. Todo esto no es un discurso, debe ser práctico y con hechos concretos. Pregunta para la reflexión: ¿somos portadores de estos bienes de Dios?
  • El viaje de la paz, necesita buenos compañeros de viaje. Compañeros que crean que las cosas pueden cambiar, abiertos a escuchar, construir, visionarios, con esperanza; aquellos que no solamente se quedan en el pasado, con hemorragias nostálgicas de hacer lo que antes se hacía y no pensar en el presente con proyección al futuro; también con organizaciones estables y permanentes, con hermanos que no creen en Dios o con diferentes confesiones religiosas. Compañeros que quieran trabajar sobre la realidad, de salir a otros espacios, no solo donde tomamos tinto y refrigerio, o que nos quedemos solo con diagnósticos importantes, pero a ¿qué llevan? Al respecto, el Papa Francisco en Bolivia, en el encuentro con los movimientos populares les decía: “Sufrimos cierto exceso de diagnóstico que a veces nos lleva a un pesimismo charlatán o a regodearnos en lo negativo. Al ver la crónica negra de cada día, creemos que no hay nada que se pueda hacer, salvo cuidarse a uno mismo y al pequeño círculo de la familia y los afectos”.
  • El viaje de la paz, nos exige tener una ruta concreta y demarcada. Todo lo que hacemos debe ser organizado. Aquí la Pastoral Social, quiere seguir aportando con un proceso de paz, porque la Iglesia en muchos años le aporta a la paz; quede claro, Un proceso, porque deben haber varios procesos que le aporten al territorio, desde diferentes enfoques, donde nos podemos encontrar en algún proyecto común.

Reflexión del Padre Pedro Pablo Ospina

Así se vivió la Semana y Foro por la Paz

sept1El pasado 11 de septiembre se realizó el Vigésimo Foro por la Paz, con el lema Ver la Paz, una Oportunidad en el Tapial –Tutucán de Comfama.

En este evento se tuvo la ponencia: Retos del post acuerdo y post conflicto por parte de Monseñor Luis Augusto Castro, Presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana.  También, hubo un espacio para preguntas y el panel Apuesta por la Paz, con la intervención de diferentes sectores, social, empresarial y público.

sept2El objetivo de este encuentro fue hacer una reflexión de lo que está pasando en la Habana con los diálogos de paz y mirar los retos y compromisos que
se tienen en el territorio para la construcción colectiva de paz. Finalmente,  se hizo la conmemoración de los 20 años del movimiento infantil sembradores de paz con un acto simbólico muy especial en el que se resaltaron los aportes del padre Pedro Pablo Ospina y Sandra Lucía Espinal a este movimiento.

sept3A lo largo de la semana del 6 al 11, se tuvieron diferentes actividades con mujeres, niños, niñas, adolescentes y adultos mayores, reflexionando sobre la importancia del perdón en la construcción individual y colectiva de Paz, a través de ejercicios pedagógicos.

Proyecto la Samaritana

sept4

La Pastoral Social Diocesana y la delegación de Promoción Humana, vienen trabajando en la atención integral a las mujeres en situación de prostitución en articulación con la Universidad Católica de Oriente, con las hermanas del Buen Pastor y con la oficina de Equidad de Género del municipio de Rionegro.

Para la propuesta de intervenir a esta población en temas de inclusión social, se está elaborando un proyecto donde se tienen actividades que van a permitir la consecución de recursos.

También, se han realizado algunas intervenciones en el sector de la Galería de Rionegro. Allí, un grupo de profesionales ha tenido un acercamiento con estas personas para hacer un reconocimiento de parte y parte, tanto de las mujeres en situación de prostitución como del equipo de trabajo para brindarles una atención integral.

Así mismo, se tiene programada una feria de inclusión social para el primero de octubre, donde se busca atender integralmente a estas mujeres y se sigue avanzando en la posibilidad de que sean tenidas en cuenta, de que sean un referente de personas en el tema de pastoral, de la inclusión y de la atención espiritual.

¡Piensa, decide y vive!

sept5
La Diócesis de Sonsón-Rionegro en unión con la Parroquia Cristo Rey y el municipio de Abejorral, están ejecutando un proyecto para la disminución de las condiciones de vulnerabilidad y la prevención del consumo de sustancias psicoactivas en adolescentes y jóvenes en este municipio.

Con el objetivo de contribuir y aplicar herramientas que aporten a la prevención del consumo de psicoactivos y la promoción de estilos de vida saludable en niños, adolescentes jóvenes del municipio de Abejorral a través del fortalecimiento de los procesos existentes, implementando acciones desde la formación y capacitación de agentes locales, el acompañamiento técnico, estrategias comunicativas y el mejoramiento de escenarios y sept6espacios de participación juvenil.

También se está trabajando con padres de familia y docentes de las instituciones educativas para realizar un buen acompañamiento y para que haya una comunicación asertiva. Así mismo, se le está dando enfoque a tres líneas: una de formación, una de acompañamiento y otra de prevención.