Conoce algunos impactos positivos que se han generado y algunas recomendaciones para seguir aportando desde casa al cuidado de nuestro planeta.
“Depende del ser humano si efectivamente nos transformamos después de esto y entramos en una dinámica más consciente de nuestro alrededor y lo que hacemos, o volvemos a lo de antes, el consumismo, la sobreexplotación y la contaminación”, enfatiza Ana María Hernández, presidente de la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos.
El Covid -19 ha dejado unos cambios inesperados y trascendentales para el medio ambiente como un aire más limpio y la reducción en las emisiones de gases que contribuyen al cambio climático, ambos factores han sido gracias al cierre de fábricas que producían altos niveles de contaminación atmosférica y según investigaciones realizadas por Lauri Myllyvirta, del Centro de Investigación en Energía y Aire Limpio (CREA), con sede en Estados Unidos, las emisiones de dióxido de carbono han disminuido en un 25% en China, y a nivel mundial sería un 6%. (Sostenible, 2020)
Asimismo, en el norte de Italia y en los Estados Unidos se comenzó a registrar una reducción en las emisiones de CO2 y en la contaminación del aire. Del mismo modo, la desaceleración de la movilidad de las personas, en particular la vinculada al tráfico aéreo global (un sector que emite gases de efecto invernadero), parece conducir mecánicamente a una caída de las emisiones de CO2. (Greenpeace, 2020).
Por otro lado, gracias a este brote de Coronavirus, se han recuperado los ecosistemas, la reducción de gases de efecto invernadero han disminuido y la disminución del tráfico ilegal de fauna salvaje que han sido explotados y estaban en riesgo de extinción han podido reproducirse y siendo libres en su hábitat. Debido a que gran parte de las actividades humanas se vieron obligadas a detenerse en condiciones alarmantes y con graves consecuencias sociales y económicas hicieron que la caída en las emisiones de gases de efecto invernadero y en la contaminación del aire tuvieran un nuevo ciclo.
Además, la medida sanitaria de aislamiento, se puede ver como una oportunidad para aprender separar y reciclar residuos ayudando un poco a frenar la grave contaminación que enfrentamos actualmente. Brevemente explicaremos cómo se clasifican los residuos Cómo se clasifican los residuos: Orgánicos, incluye todos los desechos de origen biológico que alguna vez estuvieron vivos o fueron parte de un ser vivo. Por ejemplo: hojas, ramas, cáscaras y residuos de la fabricación de alimentos en el hogar; Inorgánicos, son los desechos no biológicos de origen industrial o de algún otro proceso que no es natural. Entre ellos se encuentran: el plástico, las telas sintéticas, el papel, las pilas, el vidrio y el metal. (Greenpeace, 2020). Es la oportunidad de buscarle un segundo uso a todos esos residuos que no necesariamente van a una caneca de basura, si se hace una buena distribución de ellos podrán recuperarse y volver al circuito productivo y de consumo favoreciendo el ahorro de energía y materias primas.
Somos seres humanos que le debemos agradecer al planeta por la oportunidad de permitirlo habitarlo y ser consientes en el trato que le damos a la fauna y flora porque como menciona las Naciones Unidad “La naturaleza es crucial para nuestra propia supervivencia: la naturaleza proporciona nuestro oxígeno, regula nuestros patrones climáticos, poliniza nuestros cultivos, produce nuestros alimentos, piensos y fibras, pero está bajo un estrés creciente”
En conclusión, es recomendable tomar esta emergencia sanitaria sin precedentes, como una manera de extraer