Con el corazón lleno de gratitud y alegría, la Pastoral Social de la Diócesis de Sonsón Rionegro celebró una jornada especial dedicada a los más vulnerables de nuestra comunidad. En el marco de la VIII Jornada Mundial de los Pobres, convocada por el Papa Francisco.
Recibimos a nuestros hermanos más necesitados en un encuentro lleno de solidaridad, fe y esperanza, donde se constató cómo “La oración del pobre sube hasta Dios”. En este espacio de acogida y fraternidad, se compartió mucho más que un alimento: se brindó amor, escucha y el testimonio vivo del evangelio.
Este evento no solo fue una celebración, sino también un recordatorio de nuestra gran responsabilidad como cristianos. La invitación del Papa a vivir esta jornada nos exhorta a servir con humildad y dedicación, reconociendo a Cristo en cada rostro que sufre.
“La verdadera alegría está en poder prestar nuestras manos para servir a nuestros hermanos”, destacó el Pbro. Fabián Humberto Silva Zuluaga, Director de la Pastoral Social Diocesana. Esta jornada nos impulsa a reafirmar nuestro compromiso por construir una sociedad más justa y solidaria. Que esta experiencia nos inspire a continuar siendo instrumentos del amor de Dios en medio de quienes más lo necesitan.